domingo, 27 de noviembre de 2011

Escanear fotos en Linux

El siguiente artículo describe los pasos para escanear fotografías de la manera más óptima posible utilizando las herramientas que proporciona Linux.
Para el escaneo de imágenes vamos a utilizar XSane y para el retoque y las mejoras de la imagen obtenida utilizaremos GIMP.

En la pantalla principal de XSane seleccionaremos los parámetros para el escanéo.



Debemos seleccionar una resolución de al menos 600 dpi. La mejor resolución suele ser la máxima resolución óptica que permita el escáner. En mi caso, tras realizar varias pruebas, opté por usar una resolución de 900 dpi.
Hay que tener en cuenta que el tamaño de las imágenes obtenidas es exponencial a la resolución. Por lo que hay que hacer un balance del uso que se va a realizar de las fotos escaneadas para decidir si se opta por obtener la máxima calidad a costa del tiempo de proceso que nos va a llevar.

El formato de imagen seleccionado debe ser uno que utilice un tipo de compresión sin pérdida de información, como por ejemplo PNG. En ningún caso se debe usar el formato JPEG ya que se perderá mucha calidad en la compresión y en procesado posterior con GIMP.

Para obtener un ajuste de color adecuado durante el escanéo conviene abrir la ventana de vista previa, en el menú "Ventana" -> "Mostrar vista previa". En ella podemos obtener una vista previa de la imagen a escanear y seleccionar el área de escaneo de la imagen a obtener.
Realizar una vista previa nos permitirá además seleccionar la opción "Ajustar automáticamente gamma, brillo y contraste", en la pantalla principal, para que dichos parámetros se ajusten automáticamente usando la vista previa de la imagen obtenida.

Una vez hecho esto podemos proceder a realizar el escaneo de la imagen, visualizar el resultado obtenido y guardarla en el formato de fichero seleccionado.

El siguiente paso consistirá en abrir la imagen obtenida en GIMP para su retoque.

El primer paso consistirá en rotar la imagen adecuadamente, en el caso que sea necesario. Para ello seleccionaremos la opción de rotación adecuada dentro del menú "Imagen" -> "Transformar".

El siguiente paso será ajustar el área de la imagen de forma precisa, para que la fotografía ocupe todo el área de la imagen y no queden márgenes blancos. Para ello pinchamos en la "Herramienta de selección de rectángulos" y seleccionamos el área de la fotografía que nos interesa. Una vez hecho esto seleccionamos la opción del menú "Imagen" -> "Recortar a la selección".


En este momento conviene guardar una copia de seguridad de la imagen para poder revertir de forma segura los cambios a realizar en los siguientes pasos. O simplemente para tener una copia de la fotografía tal y como se obtuvo del proceso de escaneo. El formato en el que se guardará la imagen será el formato original en el que fue obtenida, por ejemplo PNG.

En el caso de que la imagen contenga un defecto de ojos rojos lo podremos corregir con la opción del menú "Filtros" -> "Realzar [Enhance]" -> "Quitar ojos rojos ...".
Si la imagen escaneada tiene ruido, como puede ser polvo, rayas o el efecto moiré, se podrá corregir usando la opción "Filtros" -> "Realzar [Enhance]" -> "Desparasitar ...". Si se va a aplicar el filtro a toda la imagen conviene no seleccionar la opción "Adaptativo", ya que quita efectividad al filtro. La siguiente imagen muestra los valores que he utilizado con éxito en alguna imagen.



Visualizar las imágenes obtenidas (en formato PNG y con una resolución muy alta) es algo engorroso ya que debido a su gran tamaño tardan bastante en mostrarse. Por ello, es interesante tener una copia de la imagen con una resolución menor y en formato JPEG, intentando mantener en la medida de lo posible toda su calidad. Conviene guardar previamente una copia de la imagen original en formato PNG, como se comentó anteriormente.

A la hora de reducir la resolución de la imagen conviene tenerla en dos instancias de GIMP simultaneas para comparar los detalles de la imagen antes y después de redimensionarla. De esta forma, podremos reducir la resolución todo lo posible comprobando que no se pierden detalles significativos.
Para reducir la resolución de la imagen usaremos la opción "Imagen" -> "Escalar la imagen". En esta pantalla podremos seleccionar la nueva resolución de la imagen y los pixeles por pulgada. Para facilitarnos el trabajo conviene seleccionar como medida "Porcentaje", lo que nos permitirá memorizar más fácilmente el valor que aplicamos en cada prueba que realicemos.
El valor de pixeles por pulgada no modifica realmente la resolución de la imagen, sino que indica el tamaño real de la imagen. Un imagen con la misma resolución se mostrará en un visualizador de imágenes con un tamaño mayor cuando menor valor de pixeles por pulgada tenga, ya que los puntos de la imagen estarán menos condensados. Las fotografías suelen tener configurado un valor de 72 pixeles por pugada.

El último paso consistirá en guardar la imagen en formato JPEG conservando la calidad de la imagen al máximo posible. Para ello, en las opciones de guardado seleccionar como calidad una valor de al menos 90.

Por último, visualizar la imagen JPEG obtenida y comprobar que tiene la calidad que se esperaba.